El objetivo
En los últimos 10 años he visto a muchos equipos de trabajo y organizaciones. Les he planteado actividades para entender mejor su situación, resolver problemas, tomar decisiones o adquirir nuevos conceptos y habilidades. En general, se trata de grupos de personas que quieren mejorar la forma en que hacen su trabajo. A medida que he trabajado con ellos, después de pasar un primer momento de formalidades y cuando todo el mundo se remanga y baja las barreras, aparecen las anécdotas y las frases comunes que son la verdadera brújula de la organización. Hay frases sobre el esfuerzo, el horario, la competencia, los proveedores, la dirección, el cliente, sobre todo. En muchas empresas, incluso en la administración y algunas ONG, se puede oír alguna variante a la frase “Aquí estamos para ganar dinero”.
Si una empresa no gana dinero, es sospechoso. Pero que el propósito de una empresa sea ganar dinero es algo muy diferente. A veces la frase es el reflejo de la mentalidad de la dirección de la empresa. Pero en algunos casos, es algo que la gente trae de algún otro sitio, un lugar común que repite sin mayor reflexión.
En esa búsqueda de mejores formas de trabajo, las empresas buscan inspiración en las técnicas y herramientas de empresas como Toyota, que son famosas, no solo por sus productos, sino por la forma en que colaboran dentro y fuera de la empresa para crearlos. El libro de Michael Balle, “The Lean Strategy” describe las ideas, técnicas y herramientas que usan empresas como Toyota, y también describe el por qué y esta es, en mi opinión, su principal aportación.
El objetivo es aprender a responder a las demandas cambiantes de los clientes utilizando un flujo de valor más rápido para reforzar las competencias de todos los empleados con el fin de liberar capacidad e introducir productos y servicios nuevos y mejorados más rápidamente que la competencia.
¿Cuál es el objetivo de lo que hacemos?