Se ha agotado el tiempo para la educación
En el año 2000 estudiaba en la Universidad de Mar del Plata, una ciudad siempre invadida, por estudiantes en invierno y por turistas en verano. Siempre que podía, iba a la sala de ordenadores de la Universidad, allí podía escribir a mis padres, investigar cosas, leer la prensa y revistas internacionales, y más, gratis y las 24 horas. Curiosamente, no tenía muchísima demanda, la mayor parte de los estudiantes ni siquiera sabía de la existencia de ese servicio. Pero a veces había que esperar tu turno, apuntarte y volver más tarde y esos asuntos de la gestión de la demanda. La velocidad de los ordenadores era desesperante, por eso el uso que le daba era casi siempre para leer o escribir, navegando con las imágenes desactivadas. Cuando tenía algo de dinero, iba a un cybercafé, alquilaba una hora de Internet y utilizaba un ordenador que podía navegar a 256 kbps. Allí no solo leía o escribía, era la época de Napster, también descargaba música que luego podía grabar en un disco y oír en mi casa. Hasta entonces, tenía unos pocos CDs originales, compraba 4 o 5 al año y muchos cassettes grabados por amigos. Era muy difícil acceder a la música, no solamente por el dinero. Recuerdo pensar, en esa época, que era inevitable que la gente compartiera la música y que no se podría evitar que la práctica aumentara y se diversificara.
Hace unos días escuché la charla de Salman Khan, el creador de Khan Academy, What AI means for education, en la que, en su línea visionaria y optimista, cuenta cómo están usando machine learning y los modelos generativos para dar más herramientas a mucha más gente para que puedan aprender lo que quieran. Y me hizo pensar que esto ya lo hemos vivido. Se habla mucho del cambio que significará para la sociedad esta última revolución tecnológica: los modelos generativos. A pesar de que hay muchas incógnitas y problemas complejos que resolver, me da la sensación de que demasiadas personas en la calle y especialmente en los medios de comunicación, tienen una idea (o modelo mental) como el que había a principios de siglo, que podría resumirse en: esta tecnología la usarán para hacer trampas. Siempre en tercera persona, pero no es el punto. En el caso de la educación, creo que es la mejor noticia que podíamos tener. Creo que es imposible sostener el sistema actual de aulas, temarios, lecciones y exámenes. Y que la resistencia general que han ejercido políticos y educadores a cambiar la manera en que se enseña, tiene esta vez sí, los días contados. Pensaba algo muy parecido cuando el MIT empezó a publicar online todas sus clases en vídeo y materiales. Lo que llevó a la ola de MOOCs (cursos en línea masivos y abiertos) ¿De qué vale que malgastemos tiempo y recursos de tantas personas explicando una y otra vez lo mismo? Los profesores podrían utilizar una explicación existente y emplear su tiempo en ayudar a que cada alumno lo interiorice al máximo. Especialmente en educación secundaria y universitaria, las lecciones, que son la norma, van a tener que desaparecer o adaptarse muchísimo. Hace mucho que están obsoletas pero ya son ridículas.
Escucha la charla de Khan. Seguiré escribiendo al respecto en los próximos días.